Lo primero que debemos saber es que, elijas el que elijas, los rellenos nórdicos, además de por su composición interior (o incluso exterior con relación al tejido) se catalogan también por el gramaje, que junto con el tipo de relleno nos ayuda a la hora de seleccionar la opción más adecuada dependiendo de si eres una persona más o menos calurosa. Esto hace que esta prenda la podamos usar para vestir nuestras camas prácticamente durante todo el año.
Vamos a empezar a desgranar este tema hablando del tipo de relleno: plumón o fibra de poliéster.
Relleno nórdico de plumón: en definitiva, es un artículo natural, ya que este relleno está formado por plumas de diferentes aves (principalmente de oca y de pato). La pluma o el plumón depende de la parte del cuerpo del animal de donde provengan, siendo el plumón (que viene de la parte del cuello del animal) mejor aislante natural que la pluma; lo que le otorga la ventaja de ser transpirable, así como de retener nuestro calor corporal y de absorber la humedad. Son rellenos ligeros ya que la importancia de un nórdico de calidad reside en necesitar menos cantidad de material para rellenar el nórdico. Es importante aclarar que el origen del plumón o pluma debe estar correctamente certificado para garantizar que esos animales tienen como destino la industria alimentaria y, por lo tanto, son sacrificados según un proceso legal y controlado.
Relleno nórdico de poliéster: hay mucha variedad de rellenos dependiendo de la calidad de la fibra. Es un artículo más económico que el de plumón, pero se adapta perfectamente a las necesidades de cada usuario. El peso de este tipo de rellenos suele ser superior al de los anteriores y es más recomendable para personas que tengan alergias. Otra de sus ventajas es el mantenimiento, siendo artículos que se pueden lavar a máquina, algo totalmente desaconsejable en los rellenos naturales.
A la hora de elegir entre los diferentes nórdicos, es importante tener en cuenta, como hemos comentado anteriormente, no sólo nuestra temperatura corporal, sino también las condiciones ambientales dentro y fuera de nuestra vivienda.
Los rellenos nórdicos se usan siempre con una funda nórdica que les proteja y que puede ser lavada de forma regular, el tamaño de la funda nórdica y el del relleno deben ser compatibles y dependerán además del tamaño de la cama, de nuestros gustos a la hora de que el relleno “cuelgue” más o menos en los lados de la cama. Por experiencia en países como España nos gusta que cubran al máximo los laterales y el pie de la cama, pero en el norte de Europa, por ejemplo, normalmente cubren sólo el colchón.
En www.hogarydeco.com te ofrecemos las dos opciones, encuentra la que mejor se ajusta a ti según todo lo que hemos contado. Rellenos nórdicos de 95% plumón y 5% de pluma de 120 o 180 gr/m2 y rellenos de poliéster desde 150 a 350 gr/m2. Todos son de origen español o portugués por lo que cumplen toda la normativa vigente y son garantía de calidad.